Condori Info

Paul B. Preciado: Maestro de la metamorfosis

K. Genç

Paul B. Preciado presenta una obra combativa, a medio camino entre la autobiografía y la teoría queer, que impulsa a sus lectores a pensar distinto.

1 Filósofo excitante y sin pelos en la lengua, la vida de Paul B. Preciado y su obra desafían lo establecido sobre sexo y género. «Mi vida es el mensaje en una botella enviado al futuro para que alguien lo lea algún día», escribió una vez en Liberation, el diario francés que lleva 9 años publicando sus columnas. Con 50 años, ha publicado cuatro «auto-teorías»: híbridos entre biografía, autobiografía y teoría crítica que beben de la curiosidad filosófica postfoucaultiana. Su última obra, Can the monster speak?, es un texto bastante inusual, pues está basado en una charla que trató de dar a un auditorio de filósofos lacanianos antes de que lo expulsaran del escenario. Para entender este último desafío al establishment del psicoanálisis, debemos mirar atrás en la vida de un pensador cuyo desarrollo intelectual siempre ha estado en intersección con su metamorfosis personal.

Paul B. preciado nació en 1970 en Burgos, «una pequeña ciudad española dominada por el catolicismo franquista», de padres que se ajustaban a los parámetros ideológicos del dictador. «B» viene de Beatriz, su nombre de nacimiento) «Se me asignó el género femenino», escribe en Testo Junkie (2008), la primera de las muchas crónicas que cuentan su desarrollo. «El castellano se convirtió en mi lengua materna y a mí me criaron como una perfecta niña», con una educación de pago y clases particulares de latín, nos cuenta.

Paul B. Preciado

Paul B. Preciado

A los 4 años, se le diagnosticó una deformación maxilofacial, que se hizo más evidente durante su adolescencia «hasta resultar grotesca». En esos años, Preciado se consideraba «un monstruo miope delgadísimo, de mandíbula prominente y brazos y piernas larguísimos». Las chicas se sentían atraídas por él, pero «cuando se dejaban tocar los pechos y quitar las ropa interior en mi habitación» luego iban a contárselo a los profesores. Un día su madre recibe una llamada anónima: «su hija es un marimacho». Ese es el momento de la verdad para Preciado. Le dijo a su madre «con cruel frialdad» que le gustaban las chicas, y añadió, «soy chico y no te enteraste».

El clima cultural de la España postfranquista asfixiaba al joven Preciado, y huyó a Nueva York en 1993 con una beca Fulbright. Identificándose como lesbiana feminista, se unió al Departamento de Filosofía de la New School, y fue alumno del fundador de la «deconstrucción» Jacques Derrida y la filósofa húngara Agnes Heller. En 1999 viajó a París para asistir a un seminario en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales y descubrió lo que en Francia significaba «hacer deconstrucción». Fue el principio de una larguísima relación con ese país.

Preciado contempla la asignación de sexo como una performance. Antes del nacimiento, vía ultrasonidos, se nos interpela como hombres o mujeres. «Todos hemos pasado por esa primera mesa de operaciones performativa: “¡es niño!” “¡es niña!”», escribe en Testo Junkie. «El nombre recibido y su puesta en circulación mediante el lenguaje aseguran la reiteración constante de esta interpelación performativa». Cuando lo que trae el nacimiento no coincide con el sexo que se ha asignado, interviene la ciencia. En 1955 el psiquiatra estadounidense John Money introdujo la distinción terminológica de «rol de género», y lo diferenció de «sexo», sosteniendo que la identidad sexual y de género pueden modificarse en un bebé hasta la edad de 18 meses.

Es este régimen de asignación de género, fascinante por el poder que ejerce, lo que Preciado pretende poner en cuestión. El hecho de que Money aceptará usar técnicas quirúrgicas para cambiar el sexo de cualquier bebé hasta los 18 meses, pero se negara a hacerlo posteriormente, sería un ejemplo de la arbitrariedad de la asignación de sexo. El primer caso documentado de este procedimiento en un niño nacido «normal» se llevó a cabo en Bruce Peter Reimer en 1967, bajo la supervisión de Money. El pene de Reimer quedó seriamente dañado durante una circuncisión mal hecha. Posteriormente, médicos del hospital John Hopkins eliminaron el pene y los testículos del bebé de 18 meses, construyéndole una vulva vestigial y un canal vaginal. Este tipo de cirugía, que no estaba legislado pero se utilizaba en emergencias médicas similares, fue criticado a raíz del suicidio de Reimer en 2004 a la edad de 38 años. Para Preciado, las prácticas médicas modernas son tanto un aliado como un enemigo de la comunidad trans: son el vigilante que guarda la llave a su autorrealización.

Reclamar la pornografía y el trabajo sexual

A inicios del siglo XXI arreciaba en Francia un clima de guerra cultural particularmente severo que influyó en toda la obra de Preciado. En 2000, el gobierno socialista francés canceló el permiso de distribución de Basse-moi ‘fóllame’, una película basada en la ópera prima de 1994 de Virginie Despentes, cuyas novelas de sombrío realismo sobre sexo y drogas la llevaron a ganarse el sobrenombre de «la Zola rockera del París moderno». Preciado se unió a los que protestaban, sosteniendo que el trabajo sexual y la pornografía no deberían prohibirse o suprimirse, sino reclamarse como herramientas para dar la vuelta a las hegemonías sexuales en Europa. Esta posición fue criticada acérrimamente por feministas encabezadas por Andrea Dworkin, que consideraba que el porno y la prostitución eran componentes del supremacismo masculino, siendo ilusorios los intentos de su reapropiación en nombre del «empoderamiento femenino».

Virginie Despentes

Virginie Despentes

Preciado escribe que se sintió «un poco ridículo» tras ver a Despentes por primera vez: «Me impresionan sus brazos de campesina nórdica, sus andares decididamente guerreros. Despentes va puesta de alcohol, coca y speed, supongo». Se hicieron pareja, y el florecimiento de su relación coincidió con lo que Preciado considera «el inicio de la política queer» en Europa. Durante meses, la pareja dedicó todo su tiempo al activismo y al trabajo intelectual, en un intento de inventar «nuevas formas de vivir colectivamente».

La «transformación» de Preciados empezó en 2004 cuando decidió administrarse testosterona por primera vez. Durante años fue de género fluido, «transitando un espacio sin nombre entre el hombre y la mujer». Pero renunció a la fluidez porque «deseaba el cambio», como escribe en An Apartment on Uranus. Mitifica con soltura sus tomas de testosterona: «Noto que las últimas 4 dosis de 50 mg interactúan por primera vez, formando un enlace químico que me da un subidón. La piel interior de mi boca se ha engrosado. Mi lengua es como un músculo eréctil. Me siento como si pudiera romper la ventana de un puñetazo. Me siento capaz de saltar al balcón opuesto y follarme a la vecina si me estuviera esperando abierta de piernas». La testosterona lo mantiene alerta. Lo obliga a ordenar su apartamento «frenéticamente, toda la noche». Su escritura cambia también: del academicismo posestructuralista a la precisión flaubertiana.

An Apartment on Uranus se publica en el Reino Unido en 2020, excepcionalmente traducido al inglés por Charlotte Mandell. A lo largo de 67 artículos, la mayoría de ellos tomados de la columna de Preciado en Liberation, se repasa la trayectoria de la política europea entre 2013 y 2018, el punto álgido del populismo europeo del siglo XXI. Descubrimos cómo surge La manif pour tous (la manifa para todos), un movimiento de protesta homófobo encabezado por «Frigide Bardot», humorista populista, y la «huelga de úteros» que en España pretende «evitar que entre en nuestras vaginas la menor gota de esperma nacional-católico» en protesta contra la propuesta de legislación reguladora del aborto.

En mi artículo favorito, sobre los diarios que escribía Virginia Woolf mientras escribía Orlando: A Biography, su novela de 1928 sobre un aristócrata que intercambia roles de género, reflexiona: «entender como ella construye narrativamente a Orlando me ayuda a pensar sobre la construcción de Paul. ¿Qué ocurre en la narración de una vida cuándo se puede cambiar el sexo del personaje principal?». Woolf definía como éxtasis el efecto que esta forma de escritura le suscitaba. Él admite, «a veces siento una emoción similar».

Resistir el lenguaje del patriarcado colonial

Un clima distinto reina en Can the Monster Speak? Report to an Academy of Psychoanalysts, publicado el pasado junio en Francia por Ediciones Fitzcarraldo. Se trata del texto de una charla que Preciado ofreció parcialmente en noviembre de 2019 a un auditorio de 3500 psicoanalistas en la Escuela de la Causa Freudiana. Los acusó de usar «el lenguaje de Freud y Lacan, el lenguaje del patriarcado colonial» y de normalizar los roles de género, pidiéndoles que no negasen «la complicidad del psicoanálisis en la epistemología heteronormativa del sexo» y queriendo saber cuántos psicoanalistas queer había en la sala. No fue capaz de concluir la charla, que tuvo que quedar a medias debido a los abucheos y a la protesta de un auditorio escandalizado.

El texto bebe de Informe para una academia, de Franz Kafka. El cuento de Kafka está narrado por un mono, «Pedro el Rojo», que se convierte en humano al imitar a sus captores: recuerda cómo le dieron caza en la Costa del Oro y cómo lo transportaron en una jaula de tres lados, «demasiado baja como para estar de pie y demasiado estrecha como para sentarse». Para Pedro el rojo no hay escapatoria, y considera la libertad humana como una serie de actos de disciplina que se parecen al autocontrol que guía los movimientos de los artistas del trapecio. «No, la libertad no es lo que yo quería. Solo escapar: a derecha o izquierda, o en cualquier dirección… ¡Escapar a algún sitio, huir!»

En la charla de Preciado, él detalla su propia historia en «la jaula de la subjetividad humana» a su audiencia de lacanianos, presentándose a sí mismo como un «simio humano» y haciendo una advertencia sorprendente: «Yo soy el monstruo que os habla, el monstruo que habéis creado con vuestro discurso y vuestras prácticas clínicas». Pero parece no tener reparos a estar confinado en «esta jaula elegida y redecorada del hombre trans», prefiriéndolo a la heterosexualidad «ya que aquella reconoce ser una jaula».

A medida que sus mutaciones continúan, Preciado se ha convertido en un maestro de la auto teoría: todas sus obras llegan a la filosofía a través de lo personal. Al hacerlo, nos piden lo mismo a los lectores, llamándonos a salir de las jaulas de la diferencia sexual. Sus escritos pueden ser didácticos a veces, mientras que su política es a menudo tan en blanco y negro como el régimen binario que busca a criticar. Y aún así, Preciado sigue siendo una de las mentes más originales e inquisitivas de los actuales estudios queer. Sus escritos, ferozmente criticados y admirados, arden con un fuego encendido por la pasión de la autotransformación.


  1. Artículo traducido por A. Condori de: GENÇ, K. Master of metamorphosis The New Humanist. 7 Oct 2021. [N. de T.] (↑)